El accidente de Spanair ocurrió el 20 de agosto de 2008 en el Aeropuerto de Barajas en Madrid, España. Fue un vuelo regular de la aerolínea Spanair que se dirigía a Las Palmas de Gran Canaria.
El avión involucrado era un McDonnell Douglas MD-82 y llevaba el número de vuelo JK5022. Pocos minutos después de despegar, el avión se estrelló en el suelo y se incendió. En el accidente murieron 154 personas de las 172 que iban a bordo, lo que lo convierte en el peor accidente aéreo en España en más de 20 años.
La investigación posterior reveló que el accidente fue causado por el despegue con una configuración de flaps y slats incorrecta. Estos dispositivos, que ayudan a generar más sustentación durante el despegue, no estaban desplegados correctamente, lo que hizo que el avión no pudiera mantener la altitud adecuada y finalmente se estrellara.
El accidente de Spanair condujo a cambios significativos en la industria aérea en España y en otras partes del mundo. Se establecieron nuevas regulaciones y procedimientos para garantizar la seguridad en el despegue de los aviones. También se llevaron a cabo investigaciones sobre el mantenimiento y la gestión de la aerolínea.
El accidente de Spanair fue una tragedia que conmocionó a España y al mundo de la aviación. Sirvió como un recordatorio de la importancia de la seguridad en la industria aérea y condujo a mejoras significativas para prevenir futuros accidentes.
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